Los sensores para alarmas se han convertido en elementos indispensables para garantizar la seguridad en las empresas. Estos dispositivos están diseñados para detectar cualquier peligro y poder alertar a las autoridades para tomar las medidas oportunas. Aunque en un principio podamos pensar en la prevención de robos, también son decisivos si se producen incendios u otro tipo de incidentes.
Qué son y cómo funcionan los sensores para alarmas
Los sensores para alarma ayudan a proteger nuestros negocios al detectar diferentes tipos de amenazas. Estos dispositivos electrónicos son capaces de identificar las intrusiones o cualquier anomalía que se pueda presentar. Esta tecnología cada vez más avanzada se activa cuando existe una actividad sospechosa. Por tanto, su respuesta es eficaz para asegurar una propiedad, así como garantizar la integridad de las personas.
Este componente esencial de la seguridad actúa rápidamente cuando existe una emergencia. Su funcionamiento depende de la tecnología, puesto que puede ser a través de detectores de infrarrojos, movimiento o ultrasonido, lo que permite monitorear el entorno. Cuando se detecta una anomalía, el sensor emite una señal sonora y lo notifica a la central de alarma.
Estos sistemas pueden conectarse a otros dispositivos de seguridad para garantizar una mayor protección. Además, algunos cuentan con funciones avanzadas, lo que reduce las falsas alarmas. No obstante, para asegurar su funcionamiento y evitar riesgos, es importante la correcta instalación y configuración del equipo.
Qué tipos de sensores de alarma existen
Existen diversos tipos de sensores de alarma para elegir el más adecuado y dar respuesta a las necesidades específicas. El objetivo final es ofrecer una solución integral para garantizar la prevención ante intrusiones y proteger la propiedad. En esta clasificación explicamos cuáles son y su función según el tipo de amenaza.
- Detectores de movimiento. Entre los más utilizados están los detectores de infrarrojos (PIR). Estos dispositivos, que suelen usarse en las cámaras de vigilancia nocturna, miden la temperatura, por lo que si notan alguna alteración se genera una señal de alarma.
- Detectores de contacto. Estos sensores pueden ser magnéticos o reed switches, similares a los primeros. Cuando se abre una puerta o ventana se interrumpe el campo magnético y se activa la alarma.
- Detectores antirrobo. Esta tecnología está diseñada para advertir de una intrusión no deseada. Es uno de los dispositivos más utilizados y está disponible en varios tipos, como alarmas para puertas y ventanas o sensores perimetrales, entre otras opciones.
- Detectores microondas (MW). Estos detectores de movimiento, como normalmente se los conoce, están conectados a través de una onda. Si hay indicios de movimiento de un agente externo es cuando se activan.
- Detectores de incendios. Este sistema advierte de la presencia de humo ante el riesgo de un posible incendio. Está diseñado para avisar antes de que se genere la combustión.
- Detectores de inundación. Estos sensores están pensados para evitar los daños que genera la acumulación de agua en una propiedad. Por tanto, es de gran ayuda en caso de que se produzcan inundaciones.
- Detectores de escapes de gas. Estos sistemas se colocan en la altura de las cocinas industriales o de restaurantes para detectar irregularidades en el suministro de gas y cortarlo en caso de peligro.
- Detectores sísmicos. Estos aparatos cuentan con micrófonos muy sensibles que pueden reconocer ruidos. Ya se trate de una pequeña vibración hasta un golpe producido por la rotura de un cristal.
Dónde colocar sensores para alarmas
La colocación de los sensores para alarmas es crucial para garantizar la eficacia. Lo más normal es instalarlos en las zonas más vulnerables o expuestas a riesgos, como las entradas principales, las ventanas o cualquier punto al que pueda acceder un intruso. Incluso, son ideales en pasillos, parkings u otras zonas de transición.
En el caso de que se trate de centros comerciales o espacios amplios y abiertos, estos dispositivos tienen que colocarse en sitios estratégicos para cubrir la mayor área posible. En este caso, la alarma láser perimetral de Microsegur está diseñada para garantizar la seguridad en estos lugares.
Un aspecto significativo es evitar cualquier obstáculo que pueda bloquear el campo de visión. Las empresas especializadas en este sector son las más indicadas para realizar un estudio que identifique los lugares y momentos más críticos para mayor tranquilidad.
Ventajas de los sensores para alarmas
La colocación de sensores para alarmas en empresas ofrece múltiples ventajas. Estos dispositivos pueden incluir diferentes tecnologías como la detección de movimiento, sensores en las puertas o ventanas, como ya hemos visto. Cualquiera de estos detectores garantiza la protección de las instalaciones y la seguridad de empleados y visitantes. En este listado te explicamos cuáles son sus beneficios.
- Detección de intrusiones. Se trata de una medida preventiva y eficaz para detectar los accesos y movimientos no autorizados.
- Evita el vandalismo. Es un elemento disuasorio contra los actos de vandalismo y posibles daños intencionales.
- Protección de la propiedad y bienes. Prevención ante posibles robos que pongan en riesgo los equipos, documentación y bienes valiosos.
- Seguridad del personal. La posibilidad de monitorear las áreas de trabajo y espacios comunes garantizan un entorno más seguro para los empleados.
- Cumplimiento normativo. El uso de estos sensores ayuda en el cumplimiento de las normativas sobre la seguridad física, de un inmueble y protección de datos.
En definitiva, los sensores para alarmas se han convertido en una herramienta esencial para prevenir robos, intrusiones o posibles incidentes en un negocio. Gracias a su avanzada tecnología y eficacia se garantiza una respuesta rápida y preventiva. Si estás interesado en su adquisición, contacta con nosotros para ofrecerte un asesoramiento personalizado y garantizarte la mejor solución.