Una directiva europea del año 2003 introdujo el concepto de ATEX con el objetivo de normalizar todos los elementos, aparatos y sistemas de protección contra explosiones. Esta norma 94/9/CE ha supuesto un antes y un después en materias de seguridad para todos aquellos trabajadores que operan en condiciones de riesgos de explosión, contando con materiales y sistemas adecuados para estas situaciones.
Somos expertos en diseño e instalación de equipos ATEX y, a continuación, te hablaremos sobre qué es ATEX, cómo se clasifican y aseguran las zonas de riesgo, y la importancia de contar con una buena gestión en prevención de riesgos.
Que significa ATEX
ATEX es un término que nace de la expresión «atmósfera explosiva», y hace referencia a la necesidad de proteger a los trabajadores y operarios ante riesgos que se encuentran en su día a día relacionados con las explosiones.
Una zona ATEX es un área concreta donde existe una gran acumulación de gases o polvo que pueden generar un alto riesgo de que se produzca una combustión exotérmica o explosión (elementos inflamables).
Al tratarse de una directiva europea, el cumplimiento obligatorio en los países miembros debe realizarse con normativas de desarrollo, siendo en el caso español el Real Decreto 681/2003.
Clasificación de las zonas ATEX
La forma con la que se facilita medir el grado de peligrosidad de las zonas ATEX es mediante un sistema de clasificación, pues así es más sencillo conocer qué medidas, equipos y sistemas son los necesarios en cada caso.
La clasificación normalmente se numera dependiendo de si hay presencia de gases o polvo combustible:
1. Zonas de riesgo por gases o vapores inflamables
Podemos diferenciar tres niveles diferentes de riesgo:
Zona 0
Donde la presencia en el aire de sustancias inflamables en estado gaseoso se prolonga por largos periodos de tiempo, o incluso es permanente.
Zona 1
Cuando el riesgo de explosión por estos gases inflamables en el aire se puede producir en situaciones habituales del trabajo.
Zona 2
Cuando la presencia de estos gases inflamables en el aire no suponga un alto riesgo de que se produzca una explosión, o que en caso de producirse, sean por un periodo corto de tiempo.
2. Zonas de riesgo por polvo combustible en el ambiente
También se divide en tres niveles diferentes de riesgo:
Zona 20
Donde la presencia en el aire de polvo combustible se prolonga por mucho tiempo o es permanente.
Zona 21
En los casos donde el polvo en el ambiente puede hacer que se produzcan explosiones en las tareas habituales del día a día.
Zona 22
El polvo se acumula durante periodos cortos de tiempo por lo que el riesgo de explosión es bajo o mínimo.
¿Cómo asegurar las zonas ATEX?
Asegurar las zonas ATEX debe ser una prioridad para las empresas que operen en este tipo de zonas con riesgo de explosiones. Para lograrlo es muy importante contar con conocimientos avanzados y actualizados en materia de prevención y protección, además de elaborar un documento ATEX adecuado.
Para asegurar estas zonas es importante tener en cuenta una serie de aspectos importantes, entre los que podemos destacar:
Identificación de zonas peligrosas
Lo primero es identificar las áreas que están clasificadas como zonas ATEX (mediante una evaluación de riesgos que considera la presencia de sustancias inflamables o polvos combustibles y la frecuencia con la que están presentes).
Selección de equipos y dispositivos apropiados
Gracias a una buena clasificación previa se pueden utilizar los equipos y dispositivos que cumplan con las normativas y estándares ATEX aplicables (deben estar diseñados y certificados específicamente para su uso en zonas peligrosas, es decir, que estén marcados con la etiqueta «ATEX»).
Controlar los accesos
Es muy importante realizar un control del acceso a las zonas ATEX para impedir que entre cualquier persona que no esté autorizada (evitando que se exponga a riesgos innecesarios).
En las zonas ATEX solo debe operar el personal que cuente con la autorización correspondiente, la formación necesaria y el equipo de protección adecuado.
Implementar sistemas de ventilación
Este tipo de sistemas son muy interesantes para controlar la acumulación de polvos combustibles y gases inflamables y así minimizar el riesgo de que se produzca una explosión.
Otras medidas de protección y control
Además de lo anteriormente mencionado, también es importante para asegurar una zona ATEX:
- Cumplir con la normativa vigente ATEX, teniendo también en cuenta el tipo de industria o la normativa local existente.
- Realizar evaluaciones de riesgo periódicas para tener controlada la situación en todo momento.
- Disponer de un plan de emergencia y evacuación para los casos donde se produzca una explosión.
- Controlar la electricidad estática con sistemas de puesta a tierra y dispositivos antiestáticos (para minimizar los riesgos de explosión).
Prevención de riesgos en zonas ATEX
La prevención de riesgos en zonas ATEX es prioritaria, ya que las explosiones por gases inflamables o polvo combustible es muy peligrosa para la integridad y salud de los trabajadores.
Realizar una formación específica en este tipo de riesgos es la mejor solución para poder trabajar en estas condiciones respetando todas las medidas y normas de seguridad existentes.
También es importante contar con un servicio de verificación de alarmas especializado en protección perimetral como el que ofrecemos en Microsegur, que dará las máximas garantías a la hora de generar avisos y alarmas en situaciones de alto riesgo o incidentes.
Te hemos mostrado qué es ATEX, la clasificación de estas zonas, cómo deben asegurarse y la importancia de la prevención de riesgos. En Microsegur somos expertos en seguridad para empresas e industrias así que, no lo dudes y contáctanos, para que podamos ofrecerte la mejor solución adaptada a las necesidades particulares de tu empresa.