“Cada proyecto de seguridad es un mundo” se suele decir en el argot técnico. Elegir la cámara o cámaras adecuadas es la decisión más compleja y trascendental de cualquier proyecto de videovigilancia. Hay diferentes tipos de cámaras que se pueden clasificar por varios aspectos técnicos, como si son motorizadas o no, o si permiten la visión nocturna o no. En esta ocasión, nos vamos a centrar en otro aspecto fundamental que alude directamente a la calidad de la imagen captada. Vamos a explicar cómo elegir una cámara de seguridad según la resolución.
Qué es la resolución de una imagen
La resolución de una imagen nos indica el nivel de detalles que se pueden observar en ella. Es un término propio de la fotografía y el video digital, pero sería el equivalente técnico al grano de la fotografía analógica. Se decía antiguamente que cuanto mayor número de grano tenía una imagen, menos nítida era.
Pues ese nivel de nitidez, de calidad y detalles que podemos apreciar en una imagen digital, es precisamente lo que entendemos por resolución.
Las imágenes digitales ya no se graban en soportes magnéticos como las antiguas películas de video o fotografía, sino que se hacen en bits informáticos. En digital, la resolución se mide en píxeles, concretamente en columnas de píxeles (el ancho de la imagen) y filas de píxeles (el alto de la imagen). Pues a mayor número de columnas y filas de píxeles más resolución tendrá dicha imagen, mayor nivel de detalle será capaz de ofrecernos.
Cuando multiplicamos ese número de columnas de píxeles por el número de filas de píxeles obtenemos la unidad de medida en millones (mega) de píxeles. Así, por ejemplo, supongamos que tenemos una imagen de 1500 píxeles de ancho por 1200 píxeles de alto. Tendríamos una imagen con un tamaño total, una resolución, de 1.800.000 píxeles, que si la pasamos a millón, sería 1,80 megapíxeles.
Elegir una cámara de seguridad según la resolución
Una de las primeras preguntas que tendríamos que hacer a un instalador de sistema de seguridad es sobre el nivel de resolución que tendrán nuestras cámaras de vigilancia.
En las cámaras antiguas, analógicas, la resolución de la imagen se medía según las líneas de televisión que podían formar. Así, se hablaba 480, 700 o 1000 TVL (líneas de televisión). Cuantas más líneas de televisión, más resolución sería capaz de alcanzar la cámara. Sería el equivalente al actual sistema de medición en megapíxel.
Actualmente, tenemos muchas opciones a la hora de elegir una cámara de videovigilancia. Solo atendiendo al factor de la resolución, lo normal es hablar en términos de megapíxeles, ya que la mayoría de las cámaras que se montan actualmente son digitales, aunque siguen conviviendo con un parque antiguo de cámaras analógicas cada vez más reducido.
En este punto, tenemos que decir que no es todo los megapíxeles, tamaño de la imagen, en las cámaras digitales. También tenemos que considerar otros parámetros técnicos y otras importantes innovaciones tecnológicas, como el WDR, que es una tecnología que permite compensar las zonas de más y menos luces para aumentar la nitidez de una imagen.
Las cámaras con resolución megapíxel son aquellas que al menos tienen un millón de píxeles. No obstante, también coexisten cámaras que, no llegando a ese nivel, también son digitales porque son capaces de proporcionar una salida de video digital, pero de menor resolución, como las de 0,3 megapíxeles, por ejemplo. Estas cámaras son más económicas y dan buen resultado en determinadas situaciones de menor exigencia.
Pero lo normal, en proyectos de seguridad complejos es colocar cámaras de mayor resolución: 1 megapíxel, 2 MP, 3 MP, 5 MP y 8 MP. Estas serían las resoluciones más habituales.
A partir de un megapíxel tienen la consideración de alta definición, mientras que las que alcanzan o superan los 8 megapíxeles ya entran en la categoría de ultra alta definición.
Las cámaras de alta definición y ultra alta definición son las más empleadas porque consiguen un mayor nivel de detalle.
Con una filmación en alta definición, al hacer zoom sobre un rostro, por ejemplo, podemos conseguir identificar a un individuo perfectamente, cuya imagen ha sido tomada desde lejos y que se encuentra dentro de una multitud. Esto no sería posible con cámaras de resolución inferior o cámaras analógicas antiguas que tampoco llegaban al estándar equivalente a la alta definición.
Para almacenar todas estas imágenes grabadas en alta definición se necesitan equipos de DVR muy potentes, dado que las imágenes ocupan mucho espacio debido a su gran calidad. Las imágenes se comprimen para ocupar el menor espacio posible dentro de los discos. Así, hablamos de compresiones QCIF, CIF, HD1, WD1, etc.
La capacidad de almacenamiento va en consonancia a la cantidad y calidad de las imágenes almacenadas. Un sistema de seguridad de videovigilancia se apoya en ambos elementos técnicos: buenas cámaras de alta resolución y un soporte de grabación robusta capaz de almacenar decenas de terabytes de imagen cada poco tiempo.
Beneficios que aporta la alta definición
La alta definición no solo trajo consigo realizar imágenes de mayor tamaño. También posibilitó el desarrollo de otras tecnologías como el escaneo progresivo y la reducción del ruido dinámico. Con esto se consiguen imágenes de mayor resolución y también de mayor nivel de detalle y claridad. Además de un tratamiento digital que permite mejorar la imagen captada mediante complejos sistemas de post procesamiento informático.
Con una cámara de alta definición podemos vigilar un área mucho más amplia que con una cámara analógica convencional. Esto implica que vigilamos más superficies con menos equipos y que la calidad de la imagen captada es muy superior.
Si a estas cámaras de alta definición le sumamos otras tecnologías, como una lente de ojo de pez, tenemos una cámara panorámica que es capaz de supervisar un ángulo de 360 grados a su alrededor. Si la resolución es de ultra alta definición (8 o doce megapíxeles) podemos cubrir espacios de 300 metros cuadrados con una sola cámara. Todo esto, se traduce en menores costos de instalación y de mantenimiento, así como menor cantidad de espacio de almacenamiento necesario (DVR).
Ya sabes cómo elegir una cámara de seguridad según la resolución. Y el juego que da combinar resolución con tipos de lentes y otras tecnologías como el WDR, con lo que te puedes hacer una idea clara de todo el complejo y apasionante mundo de posibilidades que hay tras un buen CCTV.